¿Porqué proyectamos la culpa a nuestros hijos?, y no solo a nuestros hijos, sino también a nuestra pareja, familiares o amigos. Proyectamos la culpa con el deseo oculto de “manipular al otro”, de mantener el control de la situación y que se haga nuestra voluntad.
Aquí te comparto algunos ejemplos de como se proyecta la culpa y lo que en realidad estamos comunicando.
“Vez que ando cansado/a y te comportas así”
Proyecto la responsabilidad de mi cansancio a mi hijo o esposo/a. Sabiendo que mi cansancio solo es mío.
“¿Quieres que me enoje?” o “Me vas a hacer enojar”
Lo que comunico es que la otra persona es responsable de que me enoje, que el poder lo tiene esa persona, no yo, y por lo tanto la culpa. Lo que comunico es no me hago responsable de mis emociones.
“Por estarte esperando no pude dormir y me tenias preocupado/a”
Culpo al otro por mi tranquilidad, y manipulo depositando la culpa en él para que se llegue a la hora que yo quiero.
“Con tu actitud, hasta parece que no te importo”
Condiciono el amor o cariño, que si no hace las cosas como yo digo significa que no me quiere. Entonces la otra persona tiene que hacer cosas para “ganarse mi cariño”, aprende amor condicionado.
“Si no (me traes…, haces…), no me quieres”
Manipulo mi cariño condicionando las acciones, quiero que se haga lo que yo digo, con mi arrogancia, le pongo un precio a mi cariño.
“Así le pagas a la persona que te dio la vida”
Proyecto la culpabilidad para que se haga mi voluntad, diciendo a los hijos que de alguna manera existe una deuda con los padres, ¿quien decidió tener hijos?
“Andas de flojo/a, me vez trabajando y no haces nada”
Quiero que estés en la misma condición que yo, porque no tolero verte descansar mientras estoy trabajando. El descansar lo asocio con la flojera u holgazanería, diciendo que descansar es malo sólo si yo estoy trabajando.
“Sino me ayudas eres mal hijo/a”
Condeno a mis hijos como malos si no hacen lo que yo les pido, tratándolos de obligar a actuar, depositando el sentimiento de culpa en ellos.
Estas son algunas de las afirmaciones y lo que en realidad estamos comunicando. Pregúntate, ¿De qué manera proyecto la culpa?, ¿Que estoy haciendo yo para que mis hijos copien este patrón?
El posicionarse en el papel de víctima, convierte al otro en victimario, siendo la víctima tiene la posibilidad de manipular. Al posicionarnos como víctimas, sólo adoptamos el papel de irresponsabilidad de nuestros propios actos, sentimientos, emociones, etc. Y al actuar así, nuestros hijos terminarán emulando nuestras actitudes, dándonos lecciones de lo que nosotros mismos proyectamos hacia ellos.
Recuerda que es tu responsabilidad como te sientes, lo que haces, lo que no haces y tus emociones, ninguna de ellas tiene que ver con el otro, mas bien es una decisión que tu elegiste. Al tomar responsabilidad, no hay víctimas y victimarios, sólo situaciones perfectas que conllevan un aprendizaje para la familia.
Si proyectamos la culpa es porque nosotros estamos cargando con esa misma culpa, probablemente recordarás a mas de uno/a persona que te proyectó la culpa en el pasado.
Hecha un vistazo a las situaciones en las cuales te has sentido culpable y revisa cual es el juicio que está instalado que hace que se repita esta misma situación.
Cuando proyectamos la culpa, esperamos que la otra persona pague por lo que nosotros nos sentimos culpables. “Toda culpa conlleva castigo”, o al menos eso es lo que creemos y como no queremos ese castigo, por eso proyectamos la culpa, para que sea el otro el que lleve ese castigo.
La culpa se puede disfrazar, de ira, resentimiento, rencor, depresión. ¿Para que cargar con la culpa?, decide perdonar y perdonarte, porque el que está enfrente de ti, sea tu hijo, pareja, amigo, familia, etc. es tu espejo, y te está mostrando una parte de ti que no alcanzas a ver por ti mismo/a. Bendícelo, ya que ambos están aprendiendo a vivir en amor.
Ten en mente y en tu corazón que tienen todos los recursos para ser felices.